La lotería del nacimiento



El artículo de hoy versará sobre un autor completamente revolucionario desde el punto de vista filosófico, cuyo pensamiento cuestiona todos los pilares del sistema actual y más concretamente de la cultura estadounidense. Se trata de Raoul Martínez, un escritor y director de cine conocido por su saga de documentales Lottery of Birth (Lotería del Nacimiento en español). Comenzaré resumiendo la base de su filosofía y las críticas que se suelen hacer a su pensamiento para terminar comentando brevemente mi opinión. Todo lo que voy a comentar se encuentra en el primer capítulo de su libro "Crear libertad", donde explica la base de su pensamiento. Este primer capítulo está en pdf en español, lo podéis encontrar en Internet. Si os interesa, os dejo el link al final del artículo. Sin más dilación, comencemos.

Según este autor nosotros no elegimos existir, el lugar en el que crecemos, nuestra religión, si nacemos en una zona de guerra o en un pacífico suburbio de clase media, quiénes o cómo serán nuestros padres, si viviremos en un ambiente lujoso o en la más absoluta inanición,... El conocimiento que poseemos, nuestras creencias e incluso el trabajo que realizamos dependerían principalmente de dos factores: nuestra herencia biológica y la influencia del entorno al que estamos expuestos. Básicamente, llegamos al mundo preparados para adoptar la forma de vida que nos encontramos y en el camino nos adaptamos a ella. Nuestra identidad se forma con los primeros contactos, el trato que recibimos y los comportamientos que observamos, esto es fundamental para el desarrollo de nuestra personalidad. Así, el arma más poderosa para moldear al ser humano según Martínez sería la propia transmisión cultural. Aunque el verdadero núcleo de obra, donde forma su metafísica sobre el ser humano reside en su concepto de responsabilidad. En palabras del autor, "nosotros no nos creamos a nosotros mismos", nuestra creación escapa a nuestra voluntad. Entonces, si no nos hemos creado a nosotros mismos, ¿podemos ser responsables de nuestra forma de ser? Sencillamente no. Para él, ese ideal de libertad que nos hace verdaderamente responsables de nuestras acciones no es más que una ilusión que distorsiona nuestra realidad y nuestra percepción sobre los dilemas morales, económicos y políticos de nuestra época. Su concepto de responsabilidad se asemeja al de culpabilidad, puede entenderse de dos maneras (¿realmente somos responsables/culpables de ser como somos?), pero en este articulo hablaré de responsabilidad.

A primera vista parece un poco lioso e incluso contradictorio. Nos pasamos toda nuestra vida eligiendo entre múltiples opciones, ¿cómo puede ser que el hecho de elegir no nos confiera responsabilidad? Pues porque hacemos esas elecciones con un cerebro que no hemos elegido. El condicionante biológico que propone aquí el autor es muy fuerte: al estar marcados por nuestra biología, esta determinará las acciones y decisiones que tomemos en nuestra vida. Estamos condicionados por las interacciones que se producen entre nuestra genética y el entorno que nos rodea, y todo esto escapa a nuestro control.

Para aclarar su posición, el autor extrae un ejemplo ocurrido en la vida real:

Es el caso de un hombre casado de mediana edad que de repente desarrolla atracción por material relacionado con la pedofilia. Éste es descubierto, detenido y puesto a disposición judicial, pero justo la noche anterior al juicio lo llevan al hospital de urgencia por unos fuertes dolores de cabeza. Se confirma que se trata de un tumor cerebral y es operado del mismo. Una vez extraído el tumor, se comprueba que su comportamiento ha vuelto a la normalidad, pero unos meses después esas tendencias vuelven. Entonces, se descubre que una porción del tumor volvió a crecer y, tras la segunda operación, su adicción desaparece de nuevo.

En este punto el autor nos plantea las siguientes cuestiones. "Tras el descubrimiento del tumor, a todos nos parecería que este hombre ha sido una víctima, más que un desviado moral". En este caso hemos culpado al tumor pero, "¿y si no hubiese tumor? ¿Estaría justificado culparle si esa adicción hubiese sido producto de abuso infantil en lugar de por el crecimiento anormal del tejido cerebral?".

Nuestras primeras experiencias tienen un gran impacto en la forma en que nos desarrollamos. Múltiples estudios demuestran que aquellos niños que han sufrido en su infancia problemas como abuso infantil, violencia doméstica, negligencia, etc., tienen más probabilidad de sufrir cualquier tipo de impedimento o discapacidad social, emocional o cognitiva en el futuro. Además, cada hecho traumático en la vida de un niño hace que sea entre dos o cuatro veces más probable que este desarrolle una adicción.

Por otra parte, Martínez defiende que es el desconocimiento sobre los avances científicos lo que nos hace culpar determinados comportamientos al no entender su origen. El avance científico por tanto es la clave para entender cómo la biología condiciona nuestro comportamiento. Incluso llega a decir que si comprendiésemos al cien por cien el funcionamiento de nuestro cerebro (cosa que es prácticamente imposible) podríamos eliminar la idea de responsabilidad individual. Como todavía no hemos llegado a este punto, el autor se basa en las diferencias del comportamiento como evidencia.

El otro punto fuerte de su obra es la crítica a la verdadera responsabilidad o responsabilidad última, que es aquella que nos hace merecedores de culpa, castigo, recompensa o crédito dependiendo de nuestras acciones. Por tanto, esta responsabilidad última puede explicarse fácilmente de la siguiente manera: si actúas bien mereces ser recompensado por ello, pero si actúas mal, entonces mereces un castigo. Para Martínez, esta forma de responsabilidad es uno de los grandes pilares ideológicos implícitos en la sociedad de nuestro tiempo y lo hemos asumido así por la influencia de la religión. El concepto de "castigo eterno" de la religión cristiana o el "karma" del hinduismo son ejemplos perfectos de esto. Esta herencia cultural nos hace pensar que somos responsables de todo cuando ni siquiera hemos podido tomar parte de nuestra creación. También critica duramente a los autores de la "auto-ayuda", muy populares en Estados Unidos. Estos defienden que existe una ley natural que actúa de la siguiente manera: "lo semejante se atrae entre sí", es decir, que si tienes pensamientos buenos te pasarán cosas buenas y viceversa. Esta filosofía es una de las bases del neoliberalismo y del mito de la responsabilidad y se refleja claramente en el ideal del sueño americano, que consiste en que cada persona tiene las mismas posibilidades de ser rica, y aquellos que llegan a serlo es porque se lo merecen, mientras que los que no lo logran, solo pueden culparse a sí mismos.

Para finalizar, hay algunos puntos que me gustaría aclarar porque pueden llevar a confusión. Cuando el autor habla de que no somos realmente responsables, no quiere decir que nadie deba ser juzgado por sus actos ni mucho menos. Con eso se refiere a que se deberían tener en cuenta las causas que han llevado a ese comportamiento, para así tratar de evitarlas desde la niñez, porque hay personas que no han elegido ser abusados en su infancia o nacer en una entorno de drogas, armas y violencia. Nadie diría que un esquizofrénico es responsable de tener alucinaciones así como tampoco diría que un diabético es responsable de tener un nivel de azúcar en sangre más alto de lo normal. Simplemente, no podemos elegir ser como somos. Además de esto, Martínez es un claro defensor de los sistemas judiciales que tienden a la educación y reinserción del individuo en la sociedad, en lugar de aquellos que hacen hincapié en la dureza de los castigos, como es el caso de EE.UU.

Ante esta filosofía se le podría hacer la crítica de que conforme vamos creciendo podemos cambiar y reflexionar sobre nuestra identidad. Ante esto, el autor responde que cuando llegamos a este punto de poder contemplar nuestra identidad, ya estamos en posesión de una que no hemos escogido y nos ha sido brindada sin nuestra elección. También es necesario aclarar que cuando el autor habla de "responsabilidad" no se debe confundir con "confiable" o "capaz", palabras que utilizaríamos para referirnos a un adulto en comparación con un niño. Hay que distinguir esta responsabilidad de la que nos hace merecedores de culpa, castigo, recompensa o crédito (la misma que el autor critica en su obra y que cité anteriormente). Los adultos por lo general son más racionales y capaces que los niños, pero eso no los hace ser más 'responsables' de su forma de ser o de las acciones que derivan de su forma de ser.

Mi crítica

Ahora pasaré a exponer mi opinión brevemente. Sin lugar a dudas, la teoría que desarrolla este autor es tan original como sólida. No solo utiliza una base científica para apoyar su filosofía sino que además se anticipa a las críticas que le podrían hacer y las responde en su obra. Esto es muy inteligente, sin embargo, desde mi punto de vista el autor peca de intentar hacer una filosofía perfecta, irrebatible. En cuanto al contenido, creo que el autor obvia la capacidad de nuestra mente de contemplarse a sí misma y moldearse. Aunque es cierto que estamos condicionados por el entorno y la genética, el conocimiento es un factor fundamental que puede alejarnos de ese determinismo biológico-cultural y elevarnos por encima del mismo. Es probable que el conocimiento sobre nosotros mismos pueda permitirnos ir más allá, no obstante, conocemos muy poco acerca de nuestro cerebro por lo que es muy complicado negar tajantemente con base científica que se pueda doblegar toda esa influencia que recibimos de nuestro entorno y nuestra genética y que crea nuestra forma de ser. Además, el conocimiento es algo que adquirimos durante y después de formar nuestra identidad y con una mente que no elegimos por lo que no escapa a su influencia.

Por último, y para no hacer este artículo más largo, también coincido con el autor en que el neoliberalismo tiene una base ideológica que necesita hacernos creer deliberadamente que nosotros tenemos todo el poder de cambiar nuestro porvenir con nuestra mente y por tanto somos los únicos responsables y culpables de lo que nos pase. Les interesa presentar al empresario como un héroe que ha llegado a donde está atrayendo energía positiva y no por factores como su familia o la herencia, que es algo que trata este libro y que a lo mejor detallo más adelante en otro artículo. También conviene que la sociedad asuma la idea de que el trabajador es el culpable de tener un empleo precario por no aspirar a más en su vida, o que el pobre tiene justo lo que merece, porque así nadie exigirá mejores condiciones laborales, mejores salarios, un empleo digno,... Y si se producen demandas en ese sentido, el neoliberalismo desvía la atención del trabajador diciéndole que la culpa de su situación es exclusivamente del Estado y de los políticos, no de su jefe, de los que especuladores o de las grandes empresas. En definitiva, el sistema necesita que creas que tú eres el único responsable de tus actos, que no existen más factores que intervengan en tu vida. Que tu mente puede cambiar tu realidad y si no consigues lo que te propones solo es culpa tuya y de nadie más. Necesitan separarnos, enfrentarnos entre nosotros y que nos lamentemos en la autoculpabilización y el aislamiento para seguir alimentándose de nuestro esfuerzo.

                                                                                                                                        - Chakal

Ahora dime, ¿tú que piensas acerca de esta teoría? ¿Dirías que se acerca a la realidad? ¿Estás de acuerdo? Déjalo en los comentarios. Este autor tiene muchos más temas sobre los que escribir, por lo que es probable que si este artículo interesa, publique más sobre él. Espero que a pesar de ser un artículo más espeso de lo normal os haya gustado :D

Link del primer capítulo de su libro en español (pdf): https://www.planetadelibros.com/libros_contenido_extra/34/33962_Crear_libertad.pdf

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