De la solidaridad y cómo construirla

La solidaridad no puede darse a "coste cero", pues debido a nuestra propia naturaleza egoísta, siempre existirán individuos que traten de aprovecharse de la bondad de los poderes públicos para quedar así por encima del resto. Esto hace indispensable en primer lugar, no solo controlar que la "ayuda" se aprovecha adecuadamente y que cumple efectivamente su función (ya que eso por sí solo no crearía un cambio real en la sociedad), sino conformar una nueva cultura basada en el valor de lo público y de denuncia ante actos que dañen los bienes y servicios públicos. Tanto por parte de los beneficiados como por el resto del entorno. Es lo que llamo "solidaridad inteligente", un tipo de solidaridad que no se brinda a un coste cero, sino que requiere de ciertas garantías para ser pura. Estas garantías son: un control como ya he dicho para asegurar que la ayuda o servicio se utilice correctamente y una cultura que lo respalde, para lo cual se necesita invertir en educación.

¿Y por qué necesitamos control? Para evitar el fraude. Existen multitud de casos que podría citar. Uno de los que más me llamó la atención fue el escándalo sexual que implicó a la ONG Oxfam Intermón. Esta ONG recibe financiación de la Unión Europea, del gobierno británico y de donaciones particulares y tiene como misión "erradicar la injusticia y la pobreza". Con este motivo van a diferentes países desfavorecidos a ayudar a la población local con alimentos, agua y demás ayudas de carácter social. Pues bien, según salió a la luz en 2018, los cargos de la organización llevaron a cabo diferentes fiestas de índole sexual en Haití tras el terremoto de 2010. Pocas cosas hay más terribles e inhumanas que aprovecharse de la solidaridad y de las buenas intenciones de los demás para cometer actos viles. Es por eso que debemos crear mecanismos de control y establecer valores éticos sólidos en nuestra sociedad. No solo nos basta con aumentar los inspectores de Hacienda o pedir facturas, necesitamos que la gente aprenda a valorar lo público y entienda que aunque el servicio, la prestación o el bien concreto lo ha adquirido para sí mismos, no por ello se convierte en privado. Muy lejos de eso, se le ha concedido por condiciones especiales y de necesidad. Así pues, como se le está cubriendo un derecho gracias a la solidaridad del conjunto de la población, debe esta persona o colectivo cuidarlo y ajustar su uso al motivo por el cual le ha sido concedido.

No se malinterprete de lo que estoy escribiendo una generalización sobre las personas. No hay que caer en el discurso neoliberal que nos dice que todas las personas que reciben ayudas se aprovechan del sistema. Pero tampoco podemos ignorar que existen problemas derivados de la naturaleza egoísta del ser humano que llevan a éste a cometer actos inmorales. La mente no puede guiarse por códigos binarios, es decir, "o es una cosa o la otra", no pudiendo coexistir las dos al mismo tiempo. Debemos tener más altura de miras y comprender que en las posiciones que entendemos diferentes a las nuestras puede haber en algunos casos algo de cierto.
                                                           - Chakal


Fuentes:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-43010118

https://www.elmundo.es/internacional/2018/02/12/5a81c9f822601da2458b45e7.html

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